san val*ectronic*tin

que cada día los ordenadores nos ofrecen más posibilidades y nos permite realizar más y más actividades de nuestra vida cotidiana es evidente. sin embargo creo que deberíamos ser nosotros, los usuarios, los que limitasemos la extensión de alguno de estos servicios, simplemente a través de la vieja ley de la oferta y la demanda.

no puedo entender en absoluto la oscura proliferación de las páginas de contactos. conocer gente a través de una descripción de dos líneas (copiada de la sección de contactos del periodico dominical) y una foto (elegida entre las 253 que el personaje ha probado a hacer antes de creer haber conseguido esconder todos y cada uno de sus defectillos) con la finalidad de encontrar pareja.

si el uso de este servicio es simplemente conseguir una relación de intercambio sexual, me parece triste como me puede parecer triste un niño que juega con la PS en vez de jugar en el parque (la pérdida del contacto real, de la interacción real). si, en cambio, se usa con el objetivo de encontrar a alguien con quien establecer una relación duradera, con la esperanza de encontrar un/a compañera duradero/a... directamente NO TENGO PALABRAS (bueno las tengo pero no quedan bonitas por escrito)

todo este rollo para introducir el tema: ayer, recibimos todas las nenas un e-mail que nos descubrió que un crapulilla de Zuma conocido por todas se exhibe a través de estos medios en la red... mamma mia! che incubo!